La importancia de las mujeres en la economía mundial es tal que en los últimos años, desempeñamos un papel fundamental en la disminución de la pobreza, observando un aumento en las tasas de participación en el mercado laboral en un 15%, y una reducción del 30% en los índices de extrema pobreza.

Pero a pesar de esto, muchas mujeres que son propietarias de pequeñas y medianas empresas en los países en desarrollo no se sienten del todo seguras de contar con la preparación financiera necesaria para continuar creciendo, pues más del 70 % no tienen acceso a instituciones financieras o no recibe servicios financieros adecuados para satisfacer sus necesidades. 

Los obstáculos a los que nos enfrentamos para implementar un negocio son tales, que el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó recientemente la Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras (We-Fi) para abordar los obstáculos que impiden a las mujeres montar un emprendimiento y hacerlo crecer. El objetivo es movilizar más de USD 1000 millones en financiamiento para mujeres emprendedoras  a través de diversos esfuerzos de los sectores público y privado, tales como reformas normativas y financiamiento en condiciones concesionarias. Esto es importante pero quizás no es suficiente. 

Además de que muchas mujeres no pueden acceder a los servicios financieros ni gozar de sus beneficios, otra parte del problema quizás es que tampoco participan lo suficiente en el funcionamiento de las instituciones financieras. 

Si no estamos involucradas en el diseño de los productos financieros o en la prestación de servicios, es posible que las necesidades y preferencias de la clientela femenina se reflejen en menor grado en el mercado. Esto contribuye a que las mujeres tengamos menos acceso a productos y servicios financieros y que los proveedores financieros tengan menos éxito en el desarrollo de las empresas.

Los logros conseguidos con gran esfuerzo en la aplicación de políticas para aumentar el número de mujeres en el mercado de trabajo remunerado y cerrar la brecha salarial podrían desvanecerse con rapidez si no hay igualdad de oportunidades de preparación financiera y puestos en donde puedan aplicar lo aprendido para continuar impulsando la economía no sólo del país sino mundial. 

Los primeros pasos ya fueron dados, sólo falta mantenerlos y continuar apoyándolos.

-Karelin

*Fuente: Banco Mundial Org., Forbes.