El aumento de 15% al salario mínimo en México para 2021 ha provocado un intenso debate sobre el impacto de esta medida en el sector productivo que aún batalla para librar la crisis económica provocada por el coronavirus.
El salario mínimo será de 141.7 pesos en general, y para la zona fronteriza llegará a 213.39 pesos. Estos ajustes son mayores a los propuestos por las cámaras empresariales, que esperan un aumento de hasta 10%.
Aunque el aumento nominal del salario es del 15%, el aumento real sería de alrededor 11.4%, si se toma en cuenta que la estimación de la inflación en 2021 sería de 3.6%, de acuerdo con la más reciente encuesta del Banco de México (Banxico) a especialistas del sector privado.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) coincidieron en que con el aumento del 15 por ciento al salario mínimo se abre el riesgo a que 700 mil empresas cierren en los próximos tres meses y, por consiguiente, haya un aumento en el desempleo.
Con la determinación impuesta, se arroja a millones de microempresarios toda la carga del incremento, por lo que combinado con la aceleración de los contagios por la pandemia COVID-19 y el consecuente cierre de operaciones de más empresas, es inminente la quiebra de miles de negocios y la pérdida de todavía más fuentes de trabajo.
Es importante recordar que el salario mínimo en México es uno de los más bajos en América Latina y, desde 2016, organizaciones empresariales y partidos políticos promovieron incrementar las remuneraciones mínimas que reciben los mexicanos como una forma de compensar la gran brecha que existe en este aspecto.
Según la Conasami, con este aumento, México remonta ocho posiciones a nivel internacional en cuanto al salario mínimo, colocándose en el lugar 76 de 135 países. La aspiración en la presente administración es alcanzar una posición entre los primeros 60 países con mayores percepciones salariales.
Hasta ahora, no hay señales de que un aumento al salario mínimo pudiera obstaculizar la recuperación económica; al contrario, ayudaría a impulsarla.
Para 2021, la inflación se mantendría dentro del rango objetivo del Banco de México, es decir, de un 3% más/menos un punto porcentual, por lo que no se vería un repunte generalizado de precios provocado por el aumento al salario mínimo. Además, la inflación es un fenómeno que se compone de varios factores, tanto previsibles como no previsibles, y a la volatilidad de precios de algunos bienes y materias primas.
Cabe recordar que el salario mínimo es eso, una cantidad mínima que, por ley, se debe pagar a un trabajador para que pueda cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, los salarios reales se encuentran por encima de ese mínimo, dependiendo de la profesión y la demanda que exista en el mercado laboral de trabajadores.
*Fuente: Milenio, Alto Nivel, El Financiero.