Un seguro te protege financieramente ante el riesgo de perder un bien que te sería difícil de reponer.
Con este puedes asegurar el bien que más trabajo te costó o lo que más aprecias, que represente para ti un gran valor y que difícilmente podrías restituir con tus propios recursos.
Si tienes la idea de que un seguro es una sangría para tu presupuesto porque tal vez lo pagues durante muchos años e igual nunca lo cobres, quizá debas analizar si en caso de presentarse una enfermedad, un accidente vehicular o una muerte repentina, tendrás los medios económicos suficientes para hacer frente. Si la respuesta es no, ello podrá cambiar tu perspectiva y ver en un seguro no un gasto sino una acción de previsión y ahorro que se hace efectivo en caso de que ocurra un incidente no deseado, para el futuro de tus hijos, para la protección de tu patrimonio, etc.
Según los objetivos que tengas en la vida, lo que tienes planeado gastar, tus necesidades propias, de salud, etc., puedes contratar un seguro de vida, de automóvil, accidentes personales, gastos médicos mayores, de casa habitación y dental entre otros.
SI YA CONTRATASTE
Lee atentamente los términos de la póliza, y si algo no te queda completamente claro, solicítale a tu agente de seguros que te explique todo hasta que ya no tengas ninguna duda.
Corrobora que toda la información que aparece en el contrato sea correcta, como nombre, apellidos, edad, coberturas y sumas aseguradas contratadas, así como el monto de la prima. Si existe algún error, tienes 30 días para pedir la corrección, una vez transcurrido este periodo, los datos serán considerados como correctos.
Recuerda que las primas de los seguros de las compañías aseguradoras legalmente establecidas en México son deducibles de impuestos. Así como los gastos médicos a cargo del asegurado (deducibles, coaseguro, copagos y gastos médicos no cubiertos en la póliza).
RECOMENDACIONES ADICIONALES
a) Conoce la cobertura. Para entenderla en lo básico, pregúntate qué producto es, cuáles son sus beneficios, a cuánto asciende la indemnización, cuál es el alcance del seguro, entre otras cuestiones.
b) Al comparar las primas de las diferentes aseguradoras no sólo consideres el costo de la prima como algo independiente, también solicita información con respecto a las sumas aseguradas, los riesgos cubiertos, el porcentaje de deducible, así como el servicio ofrecido, entre otros conceptos. No olvides que el deducible y el coaseguro son gastos que corren por tu cuenta en el momento de un siniestro.
c) Compara diferentes alternativas de seguro con varias aseguradoras, pues cada una maneja cláusulas y condiciones distintas y precios muy variables.
d) Contrata sólo con las aseguradoras que estén legalmente establecidas en México y que estén registradas ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) (www.cnsf.gob.mx).
e) Un agente de seguros debe contar con una cédula emitida por la CNSF la cual debe contener nombre, fotografía, vigencia, firma del agente y del funcionario de la CNSF, así como el sello de la institución.
f) En caso de incumplimiento en la prestación del servicio comunicarse con la Condusef al 01-800-999-8080, larga distancia sin costo desde cualquier punto de la República. Si vive en la Ciudad de México, llame al 53-400-999, o consulte www.condusef.gob.mx.
g) Al comparar entre varios seguros de gastos médicos mayores, considera lo siguiente: sumas aseguradas, coaseguro, deducible, honorarios médicos, enfermedades cubiertas con antigüedad y los servicios adicionales que se ofrecen, entre otros.
*Fuente: Gobierno de México.