Si la adquisición de un inmueble es algo a lo que le has dado vueltas hasta el cansancio, las opciones que tienes una vez que te decidas son: pagar de contado o a través de un crédito hipotecario.
Elegir un crédito que se adecue a tu vida es el siguiente paso en la búsqueda de tu patrimonio. Antes de que elijas cualquier crédito, recuerda que es una inversión que pagarás durante cinco a 30 años de tu vida, y que tendrás que ser puntual en dichos pagos. Por eso, no debes elegir el tipo de crédito a la ligera.
Una casa es un patrimonio que durará toda la vida, por lo que al momento de elegir una, se deben tomar en cuenta que los pagos no sean excesivos y permitan solventar los gastos necesarios. Pero, ¿Cómo elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y perfil?
Primero prepárate para conocer el estado de tus finanzas, arma un presupuesto. Define cuánto de lo que tienes ahorrado puedes utilizar para dar el paso, pues los bancos o instituciones de apoyo a la vivienda solo prestan en promedio hasta el 85% del valor de la propiedad por lo que debes de contar con ese 15% previamente para dar el enganche, y un 8% más para cubrir los costos iniciales (avalúo, seguros, escrituras, apertura de crédito, etcétera).
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las opciones de financiamiento que existen en el mercado son Infonavit, Fovissste, bancos, sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes), sociedades financieras populares (sofipos) y sociedades cooperativas de ahorro y préstamo (scaps).
Una vez que tienes tu presupuesto definido y la propiedad que quieres comprar localizada, es momento de acercarte a las diferentes instituciones de crédito; o bien a un Broker Hipotecario, para evaluar cuál o la combinación de cuáles te conviene más. A veces algunas inmobiliarias tienen acuerdos previos con algunas empresas financieras; sin embargo, la última palabra para decidir con quién adquirir el compromiso la tienes tú.
*Fuente: Dinero en imagen, Entrepreneur, CONDUSEF.