Aceptémoslo: no sientes que haya pasado demasiado tiempo desde que te graduaste. Y aunque tal vez iniciaste tu vida profesional cuando aún estabas en la carrera, tampoco sientes llevar muchos años trabajando. Incluso seguramente estás entre el grupo de más jóvenes en tu equipo de trabajo o entre los emprendedores de tu ramo, ¿no?

Por eso, pensar en retiro o jubilación puede sonarte rarísimo. Si apenas has comenzado a generar puntos para el Infonavit (terreno tal vez aún inexplorado), lo cierto es que así como han pasado uno, dos o cinco años desde que saliste de la uni, el tiempo por venir fluirá muy velozmente, y si preparas desde ahora el escenario para cuando dejes de trabajar, en unos años más, disfrutarás mucho más esa etapa todavía lejana de tu vida.

Una forma de conseguir consolidar desde este momento tu retiro son las afores. Sabemos que pueden resultar un tema extraño (otro terreno inexplorado).

Las afores no se regulan solas: para eso está la Consar, que vigila que estas administradoras cumplan con una legislación específica de estas inversiones, distinta a la que ampara cualquier otro producto de inversión. Esto garantiza que el dinero de los ahorradores permanezca seguro.

¿Y de dónde proviene ese dinero que te darán cuando te jubiles? De la parte que les paga a las afores tu empleador, correspondientes al seguro de retiro, cesantía y vejez (RCV), más una cuota social que aporta el Gobierno. La suma de ambas aportaciones (6.5% de lo que ganas mensualmente) constituye tu ahorro como trabajador.

Pero las afores no son el único sistema de inversión para tu futuro. Tomando en cuenta que a tu afore solo aportas aproximadamente un 6% de tu ingreso anual (además de lo que sumes con aportaciones voluntarias, si así lo decides), puedes considerar otro tipo de inversiones para tu retiro, al menos como planes complementarios de ahorro:

• Planes de inversión con seguro de vida. Puedes aportar desde 1,000.00 pesos mensuales, que se descuentan de tu cuenta bancaria. Muchas aseguradoras tienen planes así, y el monto comprado es deducible de impuestos.
• Planes personales de retiro. Los ofrecen muchas instituciones financieras y también son deducibles de impuestos.
• Fondos de inversión. Para participar de ellos debes pagar una comisión, pero puedes comprar y vender tu participación cuando quieras.
• Fondos cotizados (o ETF, por sus siglas en inglés). Puedes acceder a ellos desde la Bolsa Mexicana de Valores. El monto de apertura depende de cada intermediario bursátil, pero hay desde 100.00 pesos.
• Abrir una cuenta en una casa de bolsa. Actualmente existen plataformas electrónicas para invertir en bolsa a partir de 1,000.00 pesos.

*Fuente: Blog Exatec.