¿Te has puesto a pensar cuál es el estilo de vida que quieres tener cuando te retires de la vida laboral?

Si logras visualizarte en ese momento, entonces ya tienes la capacidad fundamental y necesaria para fijarte objetivos que influyen directamente en el retiro que deseas. Lo más importante es que verdaderamente creas en disfrutar el estilo de vida que siempre has querido y/o tenido.

Seamos sinceros, el nivel de estabilidad financiera que vivirás en esa etapa de tu vida depende de lo que hayas previsto y hecho para ello desde ahora. Lo ideal es que este proyecto para tu futuro lo desarrolles simultáneamente con tu presente.

Una de los aspectos más importantes que siempre te hemos recomendado es empezar a ahorrar desde los primeros años de vida laboral y de manera constante.

Si bien en los empleos formales el patrón destina una parte de tu salario a la Afore y ésta en un escenario ideal genera rendimiento, también puedes incrementar tu ahorro aportando voluntariamente.

Ahora bien, preparar la jubilación tiene mucho que ver con alcanzar cierta estabilidad financiera desde antes del retiro. El concepto de estabilidad financiera no tiene que ser un tabú, específicamente se refiere a cuando organizas y dispones de tus recursos de manera eficaz y constante, permitiéndole cubrir tus necesidades, contar con un margen para atender y resistir imprevistos e invertir para incrementar tu patrimonio.

Hablar de este tema para el futuro también significa perfeccionar tu propia destreza y tu buen desempeño financiero, para ello podrías diseñar y ejecutar un plan financiero (independiente al de las instituciones laborales) a lo largo de tu vida laboral del que se desprenderá tu plan de retiro.

Tener el estilo de vida ideal una vez que te retiras de la vida laboral no se trata sólo de ahorrar dinero, sino de tener hábitos financieros saludables que te permitan lograrlo, y para hacerlo es importante comenzar desde ahora.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), casi la mitad de la población (56%) no ahorra de manera habitual, y quienes sí lo hacen (43.7%), usan métodos informales como guardar dinero en casa, tandas, préstamos familiares, etcétera. 

Toma en cuenta que el ahorro para el retiro avanza lento en comparación con la importancia que tiene, por ello es primordial que cada uno de nosotros desarrollemos los hábitos financieros adecuados para nuestra vida actual y para el futuro que tanto deseamos.