¿Por fin ha llegado ese gran momento de vivir con tu pareja? Esa es una gran decisión y sabemos todo lo que implica: compartir no sólo el espacio, sino también las rutinas, las finanzas, las decisiones, etc., es un gran reto y deben estar preparados anticipadamente para superarlos.
En una relación de pareja es muy importante saber compartir, dar sin esperar nada a cambio y tener detalles con tu pareja, siempre y cuando sea algo mutuo.
El dinero es algo que hace que muchas parejas se separen, por eso es primordial tener cuidado al momento de manejar las finanzas del hogar.
En la actualidad es común que los dos miembros de la pareja tengan alguna clase de ingresos, por eso es importante que cada quien tenga asignado un presupuesto para sus propios gastos, en los que nuestra pareja no pueda inmiscuirse. Esto es muy importante porque de esa forma se consigue un grado de intimidad, necesaria para que la convivencia en pareja, o el simple hecho de estar con alguien, funcione.
No existe una regla de oro para compartir en pareja, eso depende de los acuerdos que puedan tener y/o de la forma de ser de cada quien, sin embargo, hay varias formas de sobrellevar las finanzas en pareja.
Por ejemplo, una opción es hacer un fondo común, donde cada uno pone una parte de sus ingresos económicos. Otra es, que cada vez sea uno quien pague todas las facturas y haga la compra. Y una tercera opción es compartir las finanzas o, como se suele decir, establecer un régimen de bienes compartidos. Es la alternativa más común cuando se vive en pareja o se está casado, pero ¿es la mejor opción? Eso lo deciden ustedes.
La opción de bienes compartidos implica que todo lo que nosotros tenemos es también de nuestra pareja. No importa quién lo haya pagado o si existen muchas diferencias de sueldo entre ambos. Todo es de los dos. En caso de que vayas a empezar a vivir en pareja, te cases próximamente o estés pensando en cambiar vuestra forma de organizar las cuentas, es importante que leas con atención.
Sea cual sea el plan elegido, es importante planificar los gastos de la pareja, evaluando la capacidad adquisitiva y adaptándose a ella evitando caprichos innecesarios.
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