Cuando somos niños no hay nadie más espectacular que nuestros padres, sin embargo, esto hace que exista un apego especial con alguno de los dos.
Este apego se convierte en un vínculo emocional que perdurará por siempre para con nuestra madre o padre (según sea el caso). El vínculo emocional del que les hablo surge, en gran parte, del cariño, los cuidados que nos dan y de la admiración que sentimos por ello. Es ahí cuando surgen nuestros superhéroes inquebrantables dispuestos a ganar por nosotros las batallas que sean necesarias.
Cuando era niña me gustaba, y a la vez me sorprendía, que mi mamá siempre estuviera al pendiente de mí y me consintiera tanto como podía. No sabía cómo lo hacía porque todo el día estaba trabajando, pero con sus súper poderes siempre lo lograba.
Ahora que ha pasado tiempo, y que soy mamá, comprendo la capacidad que tenemos las mujeres para salir adelante, impulsar a nuestra familia y cumplir con nuestras metas laborales sin que éstas tengan que interferir con lo que hacemos cuando llegamos a casa.
¿Hay una mejor administradora que una mamá? ¡Yo creo que no!
Las mamás tenemos el don (no se me ocurre otra palabra que transmita la idea que quiero compartirles) de hacer que el dinero rinda hasta la siguiente quincena, semana, e incluso, mes. De ahí, hay que destinarlo a comida, servicios, pasajes, escuela, útiles, pañales, fórmula, etc. Y así, podemos seguir la lista sin parar. (suspira)
No existe una fórmula para lograr lo anterior, sólo la magia de mamá. Administrar el gasto familiar es un asunto de prioridades y del bienestar de la familia. Poner en una balanza cuáles son las necesidades primordiales de nuestros hijos y de la pareja puede darnos una noción de cuál es el porcentaje del dinero que destinaremos a varios rubros.
Bueno, el asunto no es tan sencillo. Quizás, hablar con nuestra mamás y/o abuelas pueda ayudar a entender un poco más sobre lo que hacían para gastar apropiada y sabiamente el gasto familiar. Ahora que soy especialista de las finanzas les puedo decir que nuestras heroínas preferidas siempre han hecho el principio básico de la misma: la planeación.
Sí, la planeación para los gastos diarios y también para el futuro de nuestros hijos, y el nuestro, cuando ellos ya hayan forjado tu camino. ¿Has pensado en esto? Dejo la pregunta abierta y ten la seguridad que estoy disponible para ayudarte a planear tu futuro.
– Ana Ceci Fitz