Es posible que aún te sientas joven e invencible incluso cuando llegues a los 30 años, pero la verdad más aterradora es que estás a medio camino de la jubilación. Por eso, es necesario llevar las riendas financieras, controlar el gasto y saber lo que tienes que hacer en todo momento: desde ahorrar, hasta tener que invertir.

Es hora de dejar atrás la temeridad financiera de tus 20 y ser más frugal con tu dinero al dominar algunos de los hábitos financieros principales. De ahí, a que se puedan extraer algunas lecciones que tengas que dominar cuando llegues a la treintena.

  1. Saber seguir un presupuesto

El objetivo general de la elaboración de un presupuesto es saber a dónde va tu dinero para poder tomar las decisiones acertadas. Ten en cuenta que los euros gastados se acumulan con el tiempo. Está bien gastar dinero en compras o viajes divertidos, siempre que se ajusten a lo que se ha presupuestado y a las metas de ahorro.

  1. Dejar libre de ahorro el 10%-20% de lo que ingresas

Cuando te entran los ingresos habituales cada mes, debes saber lo que tiene que ir destinado a gastos fijos, gastos variables y, por último, al ahorro. En este sentido, siempre se aconseja que apartes cada mes un 20% del capital que te entra a la cuenta corriente mensualmente. Eso sí, si tus retribuciones son muy bajas se recomienda que, como mínimo, sea del 10% sobre tu salario.

  1. Sé realista acerca de sus objetivos financieros

¿Cuáles son tus metas financieras? Realmente siéntate y piensa en ellas. Visualiza a qué edad y cómo te gustaría lograrlas. Escríbelas y descubre cómo hacerlas realidad, pero con los pies en el suelo.

  1. Averigua la situación de tu deuda

Existen muchos métodos para eliminar las deudas, pero el efecto de bola de nieve es popular para mantener a las personas motivadas. Anota todas tus deudas de menor a mayor, independientemente del tipo de interés. Realiza el pago mínimo de todas tus deudas, excepto la más pequeña.

5. Establece un fondo de emergencia sólido

Si no tienes un fondo de emergencia, es más probable que utilices tus ahorros o dependas de las tarjetas de crédito para pagar las reparaciones del automóvil y los gastos de salud no planificados. Traza un plan para tener una cantidad de capital suficiente como para hacer frente a cualquier contingencia.

*Fuente: Business Insider.