¿Cómo están, comunidad Fitz?

En esta ocasión quiero hablar de un tema que viene muy ad hoc por el ambiente social que estamos viviendo: ¿Les cuesta a las mujeres ejercer su liderazgo ante el dinero? ¡La respuesta definitiva es sí! Sin embargo, hay que aclarar que no les cuesta trabajo por falta de capacidad, para nada, más bien, se trata de una batalla constante porque la competencia a la que hemos sometido al género femenino ha provocado que le cueste ejercer su liderazgo ante las finanzas.

Muchos de nosotros estamos seguros de que las mujeres constituyen una parte fundamental de las finanzas del mundo. Pero más allá de una  lucha por la igualdad de género, la autonomía y la eliminación de la violencia contra ellas, las barreras estructurales y culturales siguen excluyéndolas sistemáticamente de la participación en la economía oficial. 

Desafortunadamente, a través de los años, a la mujer se le ha tratado de inculcar la idea de que el hombre es el único proveedor de la economía en el hogar por ejemplo, y esto se convierte en una barrera para que ellas se desarrollen libremente en todos los ámbitos.

Sin caer en polémicas o en ámbitos extremos, lo anterior es una barrera ideológica totalmente absurda con la que se enfrentan las mujeres aún en nuestros días.

Voltea a tu alrededor y observa cuántas mujeres hay que tienen que salir adelante sin el apoyo de nadie. No importa, sencillamente sin apoyo. Muchas, ¿verdad? Nuestras compañeras Ana Ceci y Karelin son ejemplo de ello.

Otra parte importante por cambiar son algunas regulaciones del gobierno ante el género. Los Gobiernos deberían eliminar las leyes discriminatorias que limitan el derecho de las mujeres a la herencia, la propiedad y la elección de trabajo. Estas regulaciones son corrientes, sobre todo, en Oriente Próximo y el Norte de África. Otra posibilidad es simplificar los procedimientos para obtener la identificación oficial, incluyendo sistemas digitales y biométricos para las personas que no disponen de documentación tradicional en papel. En Nigeria, por ejemplo, ONU Mujeres y MasterCard han establecido un acuerdo para facilitarles tarjetas de identificación personal que sirvan para realizar pagos electrónicos.

La falta de apoyo del gobierno, en algunos casos, además de otras razones, ha hecho que la mujer opte en muchos casos por ocupar puestos de trabajo más discretos, por ocuparse de negocios familiares, intentando mantener el difícil equilibrio de ejercer un liderazgo empresarial con el papel de esposas, madres e hijas.

Sin duda alguna, las mujeres representan un gran potencial de talento para las empresas, que ya se pone de manifiesto en sus excelentes expedientes académicos y en sus resultados en oposiciones y primeros años de carrera profesional, que no se puede desperdiciar. Sería muy efectivo promover desde la sociedad civil, más que desde instancias públicas, una plataforma que contara con amplios apoyos que tuviese como objetivo el impulso a la utilización del talento femenino en la actividad empresarial y productiva”… ¡Totalmente de acuerdo!

Atte. David Fitz

*Referencias: Finanzas claras y fáciles, PWC, El economista.