Una mujer se enfrente a retos diarios de los que tiene que salir librada. Entre las tareas del hogar, las responsabilidades del trabajo y cumplir un rol en la sociedad (aspecto que también se vuelve importante), a veces el día a día parece que no termina.

Y entre todas esas preocupaciones hay una en específico que puede cambiar nuestra vida 360°: el cáncer de mama.

El cáncer de mama es un peligro que se encuentra entre nosotras, y desafortunadamente aún hay mucho por hacer para que todas le demos la importancia que amerita. La información es la primera herramienta que tenemos para estar preparadas si es que esta terrible enfermedad llega a nuestras vidas.

El cáncer de mama se origina cuando las células en el seno comienzan a crecer en forma descontrolada. Estas células normalmente forman un tumor que a menudo se puede observar en una radiografía o se puede palpar como una protuberancia (masa o bulto). El tumor es maligno (cáncer) si las células pueden crecer penetrando (invadiendo) los tejidos circundantes o propagándose (metástasis) a áreas distantes del cuerpo. El cáncer de seno ocurre casi exclusivamente en las mujeres, pero los hombres también lo pueden padecer.

Aunque muchas mujeres con cáncer de mama no tienen signos ni síntomas durante el diagnóstico, es recomendable que cualquier molestia sea vigilada por un médico.

De manera general, estos son algunos signos que deben ser revisados por un especialista de la salud.

  • Un bulto que se palpa como un nudo firme o un engrosamiento de la mama o debajo del brazo. Es importante palpar la misma zona de la otra mama para asegurarse de que el cambio no sea parte del tejido mamario sano de esa área.
  • Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
  • Secreción del pezón que se produce de forma repentina, contiene sangre o se produce solo en una mama.
  • Cambios físicos como pezón invertido hacia dentro o una llaga en la zona del pezón.
  • Irritación de la piel o cambios en ésta, como rugosidades, hoyuelos, escamosidad o pliegues nuevos.
  • Mamas tibias, enrojecidas e hinchadas, con o sin erupción cutánea con rugosidad que se asemeja a la piel de una naranja, llamada “piel de naranja”.
  • Dolor en la mama, particularmente, dolor en la mama que no desaparece. El dolor generalmente no es un síntoma de cáncer de mama, pero debe comunicarse al médico.

Sé que ya hemos escuchado mucho sobre la autoexploración, sin embargo, realizarnos frecuentemente esta revisión puede ser la diferencia entre salvar o no nuestra vida. Siempre es mejor enfrentar las cosas y no quedarnos con la incertidumbre sobre qué habría pasado si nos hubiéramos atendido. ¡Nuestra salud siempre es una prioridad!

-Ana Ceci Fitz

*Fuente: ASCO.org, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (División de Prevención y Control del Cáncer).