¿Te has preguntado qué tanto conoces sobre tu Afore? A pesar de tanta información que se genera alrededor de este tema aún existen muchas dudas que no nos atrevemos a resolver.

 

Las afores son una forma de “garantizar” tu calidad de vida al momento de retirarte de la vida laboral, si embargo, contar con una de ellas no te asegura que cumplirás el propósito que tanto deseas: mantener tu estilo de vida después de terminar tu vida laboral.

 

A continuacuión te presentamos 5 mitos y realidades sobre las afores:

1. Mito: Puedo pensionarme antes de los 60 años.

Realidad: Entre los resultados más llamativos de la encuesta de “Factores que promueven el ahorro voluntario entre los mexicanos” realizado por la Consar, destaca el deseo de los ahorradores de retirarse antes de cumplir los 60 años. Desafortunadamente, tal expectativa es, además de impráctica, irreal legal y financieramente. Es irreal pues los mexicanos vivimos cada vez más años y los 60 años son una edad todavía altamente productiva para muchos. Por su parte, en el sistema de pensiones de México, la edad de jubilación es a los 65 años, pudiendo realizarse el retiro anticipado a partir de los 60 años, aunque ello disminuye el porcentaje de la pensión que se recibirá.

 

2. Mito: Puedo tener 2 pensiones: la del IMSS y otra con mi afore.

Realidad: Si cotizaste antes de 1997 tienes el derecho de elegir pensionarte por el antiguo régimen o por el nuevo esquema.

Si optas por el antiguo (1997, a través del IMSS), la afore en donde tienes tu cuenta le entregará al IMSS los recursos que hayas ahorrado para que con ellos se contrate un seguro de renta vitalicia y un seguro de sobrevivencia para los beneficiarios.

Una excepción para tener dos pensiones sería: si tu patrón te pensiona por parte de la empresa. En este supuesto tendrías la opción de elegir si quieres una segunda pension con la afore o retirarlo en una sola exhibición hasta los 60 años.

 

3. Mito: Si tengo una cuenta de Afore y dejo de cotizar o fallezco, mi dinero se lo queda la Afore o se pierde.

Realidad: El dinero depositado en la cuenta individual es de tu propiedad y aunque dejes de cotizar por periodos cortos o largos, tus ahorros siguen generando rendimientos. Cuando cumplas con la edad de retiro te entregarán la cantidad total por medio de una pensión o en una sola exhibición.

En caso que fallezcas, los recursos son heredables a los beneficiarios que designes o bien a tus “beneficiarios legales”: tu esposa, esposo o concubina, a tus hijos menores de 16 años, o bien, a aquellos que tengan hasta 25 años, en caso de ser discapacitados, enfermos crónicos o estudiantes.

 

4. Mito: Me conviene más invertir mi dinero en algún banco.

 Realidad: En 20 años del SAR, las Afores han probado ser uno de los mejores instrumentos de ahorro de su clase, ya que han otorgado mejores rendimientos a lo largo del tiempo, en comparación con los bancos y otras instituciones financieras. Tu dinero se invierte en las llamadas Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (SIEFORE), las cuales cuentan con un portafolio diseñado para brindarte altos rendimientos, y a su vez, protegen tu dinero de los riesgos que conlleva cualquier inversión, pues principalmente son inversiones a mediano y largo plazo.

 

5. Mito: No me tengo que preocupar por mi Afore pues soy joven y me falta mucho tiempo para el retiro.

Realidad: Desde que empiezas a trabajar debes involucrarte con tu Afore. De las decisiones que tomes hoy dependerá la calidad de vida que tengas cuando dejes de laborar.

Lo ideal es complementar las aportaciones obligatorias –que realiza el empleado, su patrón y el gobierno, equivalentes a 6.5% del salario base de cotización registrado ante el IMSS– con ahorro voluntario del trabajador, cuya cantidad debe ser determinada por ti y un asesor especializado.