Parece que las diferencias entre las generaciones son obligatorias cuando se habla de la población y sus habilidades. Los millennials, por un lado, no están esperanzados a encontrar un trabajo fijo que los obligue a cumplir ciertas horas a la semana, mientras que la generación anterior está preocupada por mantener su empleo porque eso le da seguridad frente a su futuro.
Pero más allá de ciertos diferenciadores notables entre ambas generaciones, una sobresale y tiene que ver con las finanzas personales: la planeación financiera para el futuro.
La búsqueda de seguridad es una de las razones por las que los millennials son ahorradores jóvenes.
Muchos millennials han comenzado a ahorrar para su jubilación a partir de los 20 años (aproximadamente), en comparación con el promedio de edad de 35 años de los baby boomers, de acuerdo con un nuevo estudio del Transamerica Institute.
Sin duda, la generación Y comprende y aplica minuciosamente la tecnología de punta, por lo que pone en marcha negocios trascendentes, sin embargo, como grupo, no se arriesgan a dejar un buen trabajo por uno no tan estable; además, no se sienten particularmente cómodos con la inversión en acciones.
Una reciente encuesta de UBS menciona que los inversionistas de entre 21 y 36 años tienen sólo 28% de sus activos invertidos en acciones y más de la mitad en efectivo. A diferencia de las generaciones mayores que tienen 46% en acciones y 23% en efectivo.
Hay que destacar que la preocupación por nuestro futuro es un pendiente que a todos nos atañe sin importar el año en que naciste y es importante resaltar que sí existe una brecha generacional que impacta directamente en cómo vas a solventar tu estilo de vida cuando sea el momento de retirarte de la vida laboral.
Sin duda, la confianza financiera sigue un patrón predecible para la mayoría de las personas. Ésta es relativamente alta cuando estamos en nuestros veintitantos, pero comienza a reducirse cuando nos instalamos en los treinta y toca fondo para nuestros cuarenta. La confianza vuelve a repuntar a partir de allí pero no alcanza el nivel de los veinte hasta que llegamos a más de 65 años.
De acuerdo con otro estudio realizado por BLS, parece que la falta de confianza de los millennials se debe, en gran parte, a que “los jóvenes con pocas responsabilidades actuales no tienen una idea clara de lo que está en el horizonte. Eso puede resultar especialmente perjudicial, dado que se estarían perdiendo la oportunidad de establecer un hábito de ahorro temprano, cuando el tiempo (y el interés) puede ser el mejor activo que tienen…”. ¿Te esperabas esto?
En cualquiera de los casos, lo mejor es asesorarte con un experto para que juntos elaboren un plan de financiamiento personal que impacte positivamente en tu futuro y te dé la seguridad de que vivirás como lo has soñado.

*Fuente: Transamerica Institute